Selección de cuentos, de Inés Garland
Por: Joaquín Fernández Vila
Inés Garland tenía tan
solo 11 años y estaba de vacaciones en Mar del Plata cuando escribió su primer
cuento: una historia de amor frustrada entre una princesa de papel y un soldado
tijera, que la corta en pedacitos hasta convertirla en un bollito. El paso del
tiempo ciertamente le agregó matices a su escritura, pero en esta obra podemos
observar que el amor, el deseo y el desencuentro siguen siendo la base de una
lectura que nos lleva a reflexionar sobre nuestras propias relaciones
afectivas, ya sean de pareja o familiares.
Garland logra en esta
obra la difícil tarea de relatar cuentos que son complejos desde sus temáticas,
pero sencillos en su expresión. Nos encontramos ante relatos cotidianos,
historias simples que potencian la identificación con el lector. Todo esto lo
logra, además, haciendo un uso magistral de la economía de las palabras. En la
Selección de cuentos, la autora dice mucho más a través de las acciones de los
personajes y en los silencios que de las palabras mismas.
En esta Selección de
cuentos, al igual que en obras anteriores, la autora argentina suele darles un
rol protagónico a las mujeres en la mayoría de los cuentos. En el primer relato
(“El rayo verde”), que narra la historia de una joven que presencia como su
padre se enamora de su mejor amiga y descubre su propia sexualidad en un viaje
de verano a Salinas, la autora nos muestra en fragmentos en los que se
vislumbra la cosificación del
hombre hacia la mujer, una perspectiva en la que pone a la mujer como mero
objeto de deseo, citas como: “Los chicos
nos miran desde la orilla. Las focas somos jóvenes, con el cuerpo firme y lleno
de sol. No sabemos que los chicos nos ven así, tenemos la inconsciencia de la
juventud” y “…es como si Ana fuera un
guante o una media, algo hecho a la forma de él” son algunos ejemplos de
ello. En algunas entrevistas que dio la autora menciona que la inspiración para
la narración de estas problemáticas nace de situaciones que vivió en su propia
adolescencia, donde afirma haberse sentido en ocasiones “como en una exposición
vacuna donde los hombres te elegían”.
Sin embargo, en ese cuento también podemos
observar un momento de empoderamiento de la protagonista cuando prevalece su
deseo erótico por sobre las imposiciones religiosas que marcaban esas acciones
como pecado. En este sentido, la autora utiliza sus propias vivencias con los
hombres y su educación de monja como objeto de crítica y revelación ante eso
que le fue impuesto a una temprana edad.
Uno de los elementos
más destacados de este primer relato es la narración desde la candorosa mirada
de la juventud que tiene una clara inspiración en Flannery O’ Connor y se
repite en el cuento “Oscar”. Este forma particular de contar una historia genera que las conclusiones que va planteando
la escritora a lo largo del relato no sean imposiciones, sino que abren a la
reflexión y la propia interpretación del lector.
Este primer relato se inscribe dentro del
marco de un viaje familiar, recurso que se repite en esta selección de cuentos,
como es el caso de “Nada que hacer” y “Oscar” entre otros. En los cuentos
nombrados se muestran grupos familiares que están siempre marcados por
imperfecciones, engaños maritales y desamores, rompiendo así con ciertos
estereotipos de “familia perfecta” que se suele plantear en varias
ficciones. De esta manera, Garland se
aleja de todo canon romántico para demostrar que el amor tiene mucho de real y
poco de ideal.
Esta cuestión del amor
sufrido se ve muy bien reflejada en el “El último muelle”, un cuento que
muestra melancolía y un gran sufrimiento por un amor que nunca fue y nos intenta
hacer entender esa angustia inmensa que produce la falta de amor. En varias
entrevistas con la prensa, Inés Garland mencionó como “La sirenita” de Hans
Christian Andersen marcó su infancia y, en este relato, se puede observar una
inspiración en aquel relato que, a diferencia con la película de Disney, narra
una historia de gran dolor y martirio por amor que deja un resabio angustiante
al finalizar la lectura.
Otro de los cuentos más
llamativos de esta Selección de cuentos es “La cautiva”, un accidente en unas
vacaciones familiares a Misiones hace tambalear las convicciones de una mujer
llena de prejuicios. En esta historia nuevamente la gran escritora argentina se
ahonda en una temática profunda como lo es la aprensión de clase, mostrando
como el falso juicio a quienes la narradora describe como indios, “intimidantes
con su piel oscura” y a quienes le habla como si fuesen menores de edad y como
un cambio de perspectiva le hace replantearse no solo sus creencias, sino
también sus propias relaciones.
De esta manera, Inés
Garland toma aspectos de grandes autores y los fusiona con sus propias
vivencias para generar relatos íntimos, sutiles y reflexivos que nos invitan a
deshacernos de los prejuicios y a tener una visión más honesta del amor y el
deseo. La autora captura, con finura y precisión, la naturaleza humana.
Fuentes adicionales:
Entrevista SpinOff-Inés
Garland: https://www.youtube.com/watch?v=1Qq1OWsf7h4
Entrevista mano a mano
con Inés Garland en Campo de Batalla: https://www.youtube.com/watch?v=WQ67GAWypjA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario